sábado, 18 de septiembre de 2010

Jesús ante Pilato (1)



Para leer el texto bíblico:

Mat.27.1. Venida la mañana, todos los principales sacerdotes y los ancianos del pueblo entraron en consejo contra Jesús, para entregarle a muerte.
Mat.27.2. Y le llevaron atado, y le entregaron a Poncio Pilato, el gobernador.
Mat.27.3. Entonces Judas, el que le había entregado, viendo que era condenado, devolvió arrepentido las treinta piezas de plata a los principales sacerdotes y a los ancianos,
Mat.27.4. diciendo: Yo he pecado entregando sangre inocente. Mas ellos dijeron: ¿Qué nos importa a nosotros? ¡Allá tú!
Mat.27.5. Y arrojando las piezas de plata en el templo, salió, y fue y se ahorcó.
Mat.27.6. Los principales sacerdotes, tomando las piezas de plata, dijeron: No es lícito echarlas en el tesoro de las ofrendas, porque es precio de sangre.
Mat.27.7. Y después de consultar, compraron con ellas el campo del alfarero, para sepultura de los extranjeros.
Mat.27.8. Por lo cual aquel campo se llama hasta el día de hoy: Campo de sangre.
Mat.27.9. Así se cumplió lo dicho por el profeta Jeremías, cuando dijo: Y tomaron las treinta piezas de plata, precio del apreciado, según precio puesto por los hijos de Israel;
Mat.27.10. y las dieron para el campo del alfarero, como me ordenó el Señor.
Mat.27.11. Jesús, pues, estaba en pie delante del gobernador; y éste le preguntó, diciendo: ¿Eres tú el Rey de los judíos? Y Jesús le dijo: Tú lo dices.
Mat.27.12. Y siendo acusado por los principales sacerdotes y por los ancianos, nada respondió.
Mat.27.13. Pilato entonces le dijo: ¿No oyes cuántas cosas testifican contra ti?
Mat.27.14. Pero Jesús no le respondió ni una palabra; de tal manera que el gobernador se maravillaba mucho.
Mat.27.15. Ahora bien, en el día de la fiesta acostumbraba el gobernador soltar al pueblo un preso, el que quisiesen.
Mat.27.16. Y tenían entonces un preso famoso llamado Barrabás.
Mat.27.17. Reunidos, pues, ellos, les dijo Pilato: ¿A quién queréis que os suelte: a Barrabás, o a Jesús, llamado el Cristo?
Mat.27.18. Porque sabía que por envidia le habían entregado.
Mat.27.19. Y estando él sentado en el tribunal, su mujer le mandó decir: No tengas nada que ver con ese justo; porque hoy he padecido mucho en sueños por causa de él.
Mat.27.20. Pero los principales sacerdotes y los ancianos persuadieron a la multitud que pidiese a Barrabás, y que Jesús fuese muerto.
Mat.27.21. Y respondiendo el gobernador, les dijo: ¿A cuál de los dos queréis que os suelte? Y ellos dijeron: A Barrabás.
Mat.27.22. Pilato les dijo: ¿Qué, pues, haré de Jesús, llamado el Cristo? Todos le dijeron: ¡Sea crucificado!
Mat.27.23. Y el gobernador les dijo: Pues ¿qué mal ha hecho? Pero ellos gritaban aún más, diciendo: ¡Sea crucificado!
Mat.27.24. Viendo Pilato que nada adelantaba, sino que se hacía más alboroto, tomó agua y se lavó las manos delante del pueblo, diciendo: Inocente soy yo de la sangre de este justo; allá vosotros.
Mat.27.25. Y respondiendo todo el pueblo, dijo: Su sangre sea sobre nosotros, y sobre nuestros hijos.
Mat.27.26. Entonces les soltó a Barrabás; y habiendo azotado a Jesús, le entregó para ser crucificado.
Mat.27.27. Entonces los soldados del gobernador llevaron a Jesús al pretorio, y reunieron alrededor de él a toda la compañía;
Mat.27.28. y desnudándole, le echaron encima un manto de escarlata,
Mat.27.29. y pusieron sobre su cabeza una corona tejida de espinas, y una caña en su mano derecha; e hincando la rodilla delante de él, le escarnecían, diciendo: ¡Salve, Rey de los judíos!
Mat.27.30. Y escupiéndole, tomaban la caña y le golpeaban en la cabeza.
Mat.27.31. Después de haberle escarnecido, le quitaron el manto, le pusieron sus vestidos, y le llevaron para crucificarle.

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