viernes, 3 de septiembre de 2010

Jesús sana al siervo de un centurión



Para leer el texto bíblico:

Luc.7.1. Después que hubo terminado todas sus palabras al pueblo que le oía, entró en Capernaum.
Luc.7.2. Y el siervo de un centurión, a quien éste quería mucho, estaba enfermo y a punto de morir.
Luc.7.3. Cuando el centurión oyó hablar de Jesús, le envió unos ancianos de los judíos, rogándole que viniese y sanase a su siervo.
Luc.7.4. Y ellos vinieron a Jesús y le rogaron con solicitud, diciéndole: Es digno de que le concedas esto;
Luc.7.5. porque ama a nuestra nación, y nos edificó una sinagoga.
Luc.7.6. Y Jesús fue con ellos. Pero cuando ya no estaban lejos de la casa, el centurión envió a él unos amigos, diciéndole: Señor, no te molestes, pues no soy digno de que entres bajo mi techo;
Luc.7.7. por lo que ni aun me tuve por digno de venir a ti; pero di la palabra, y mi siervo será sano.
Luc.7.8. Porque también yo soy hombre puesto bajo autoridad, y tengo soldados bajo mis órdenes; y digo a éste: Ve, y va; y al otro: Ven, y viene; y a mi siervo: Haz esto, y lo hace.
Luc.7.9. Al oír esto, Jesús se maravilló de él, y volviéndose, dijo a la gente que le seguía: Os digo que ni aun en Israel he hallado tanta fe.
Luc.7.10. Y al regresar a casa los que habían sido enviados, hallaron sano al siervo que había estado enfermo.

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